Peñíscola es ese gran tesoro de la Comunidad Valenciana, es mucho más que playas y vacaciones de verano. Su casco antiguo asoma orgulloso sobre un peñón que parece sacado de una novela de aventuras, con calles empedradas que invitan a perderse, y con suerte, a sentarse en un terraza con vistas al mar.
Cruzar su puente levadizo y adentrarse en este laberinto de piedra blanca es un viaje en el tiempo, ya que en ese mismo suelo ha sido pisado por papas rebeldes, caballeros templarios e incluso fanáticos del selfie.
Las casas encaladas te saludan con sus puertas azules y sus macetas rebosantes de flores. No importa la época del año porque Peñíscola nunca decepciona. Así que ve preparándote para andar, comer, explorar y sumergirte en historias legendarias desde tiempo inmemoriales.
¿Qué tienes que ver sí o sí en el casco antiguo de Peñíscola?
El casco antiguo de Peñíscola tiene una gran oferta cultural que te hará un recorrido por la historia de sus calles.
Puedes empezar por la muralla medieval para no saltarte el cardio ni en las vacaciones. Puedes subir por la Puerta de Sant Pere, pasear por el perímetro y disfrutar de unas vistas que hacen que te cuestiones por qué no grabaron más películas aquí (aunque ya sabemos que grabaron el principio de Juego de Tronos).
Otra opción que no puedes perderte es el faro. Ubicado en lo alto del peñón, se encarga de vigilar los mares y regala unas panorámicas de 360º perfectas para hacer tu propia postal de recuerdo. Además está abierto 24 horas, por lo que no hay excusa para no alucinar con sus vistas incluso de madrugada.
El punto de encuentro ideal es la Plaza de Santa María donde puedes sentarte a observar la vida local. Y si te gusta perderte (pero literalmente), tienes que ir al Laberint de Peñíscola, que ofrece un jardín botánico perfecto para familias y para aquellos que se creían expertos en orientación, que ya te aseguramos que no lo son.
El castillo del Papa Luna
Si hay que destacar una de las joyas de Peñíscola, esa es el Castillo de Papa Luna.
Esta fortaleza medieval se asienta de forma dominante sobre el peñón, con sus muros robustos, pasadizos y salones donde el mismísimo Benedicto XIII desafió a Roma y a medio mundo. El tour incluye historias de poder, intrigas medievales y alguna otra leyenda sobre fantasmas papales. ¿La mejor parte? Las vistas que abrazan toda la costa.
Los recorridos culturales y las exposiciones son frecuentes, así que échale un ojo a la agenda local. Dicen que si subes todas sus escaleras y además sobrevives, la cena te sabe aún mejor.

Dónde puedes comer en el casco antiguo de Peñíscola
Después de tanto andar y tanta historia, el hambre aprieta. Pero no te preocupes, porque Peñíscola te pone en bandeja lo mejor de la cocina mediterránea para todos los gustos.
En el caso de que busques algo creativo, beber vino con clase y disfrutar de un ambiente moderno, pero sin llegar a ser pretencioso, tu sitio es el Restaurante Barra Alta. Este lugar es perfecto para quienes buscan comer bien sin complicaciones pero además aprovechar para posturear en instagram.
Si eres más de marisco y de guisos frente al mar, tu sitio es El Peñón. Un restaurante donde las vistas son tan buenas que podrías pedir una copa de vino solo para recrearte con el paisaje, aunque te recomendamos elegir algo de su carta.
Si quieres vistas al mar, tranquilo, porque el Restaurante Vista al Mar te ofrece eso y una carta de marisco que no te dejará con hambre.
Para los que buscan paella o arroz en general, Casa Jaume no decepciona. Ofrece un sabor medietarráneo como protagonista que hará que no te arrepientas de haber escogido este sitio.

Anota estos consejos para tu visita al casco antiguo
Sabemos que estás de vacaciones, pero unos consejos para conservar tu salud nunca vienen mal:
Para empezar, deja los tacones en casa, las calles empedradas son perfectas para sacarse fotos pero no para hacer un desfile de moda, así que lleva calzado cómodo.
Recuerda ir sin prisa y con hambre porque aquí se viene a caminar despacio y a comer mucho. Pero eso sí, recuerda reservar en los restaurantes, no vaya a ser que por un despiste de última hora te vayas a quedar sin cenar. Y ojo con los horarios, porque algunos sitios cierran pronto.
El día en el que visites el castillo recuerda poner el despertador algo más pronto de lo normal, ya que por la mañana habrá menos gente y podrás hacer fotos sin 300 turistas.
Recuerda llevar protección solar y la botella de agua, porque el sol y el calor no perdonan a ninguno.
Y por último, no tengas miedo de perderte por las calles, ya que las mejores sorpresas aparecen cuando uno se desvía del mapa.

¿Por qué deberías visitar Peñíscola?
El casco antiguo de Peñíscola es un lugar donde convergen historia, sabor y buen rollo. Aquí los muros cuentan historias, los restaurantes conquistan paladares y el mar pone el broche final. Ya sea para pasar un fin de semana, unas vacaciones familiares o ese escape romántico improvisado, Peñíscola nunca defrauda.Eso sí, nada de esto será posible si no cuentas con un alojamiento en condiciones. Uno que te haga sentir como en casa durante toda tu estancia. Para ello, no dudes en contactar con nosotros y reservar tu apartamento en Peñíscola con todas las comodidades.